Los narcotraficantes mexicanos han decidido, de un
tiempo a esta parte, incursionar en nuevos negocios: al de las drogas
sumaron, ahora, la captación de mujeres a las que ubican en antros de
toda clase donde serán explotadas sexualmente. De esa ampliación del
campo de acción no es ajena la Argentina: corresponsales de los
principales carteles del Norte ya están reclutando, por la fuerza o bajo
engaños, víctimas en el interior.
Así lo afirmó la periodista y escritora mexicana Lydia
Cacho, una de las voces más autorizadas en la temática a nivel regional,
de visita en el país para la presentación de su libro
Esclavas del poder , en el que ha documentado un exhaustivo mapa de las redes de trata y explotación sexual de mujeres.
"Tengo evidencia clarísima de la presencia de carteles
de droga [mexicanos] relacionados con la trata que ya están operando en
la Argentina, en Córdoba y en una ruta hacia el norte del país, en
muchos casos creando y aprovechando vínculos con pequeñas comunidades
provinciales que están en situación de pobreza y cuya economía está
dañada. Tanto
Los Zetas
como el Cartel de Sinaloa ya están aquí. Estos criminales organizados
comenzaron a instalarse y están comprando seres humanos", afirmó Cacho,
que se presentó el lunes pasado en el hotel Sofitel, patrocinada por su
editor, Cristóbal Pera, de Random House Mondadori.
Seis guardaespaldas la acompañan a todos lados todo el
tiempo. Y ella misma está en actitud de guardia permanente; su profunda
mirada, que ha visto el horror, escruta a conciencia todo lo que se
mueve dentro de su campo de acción; nada de lo que sucede a su alrededor
le pasa desapercibido. Motivos le sobran: ha sido secuestrada,
torturada y la mafia del narco-proxenetismo de México la tiene bajo
amenaza de muerte.
Cacho, de 46 años, es capaz de descorrer el velo de un
drama que, en nuestro país, parece invisibilizado. "Según estadísticas
de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Drogas y el Crimen
[Onudc], en la Argentina hay medio millón de mujeres atrapadas en redes
de trata, y existen 8000 prostíbulos, entre ellos los mil verificados en
la ciudad de Buenos Aires por la ONG La Alameda. Y es bien conocido,
tanto en el país como en el extranjero, que la Argentina tiene toda esa
cultura de la prostitución aparentemente normalizada no sólo por la
sociedad, sino también por el sistema político."
Sostiene, como para dejar bien claro este último
concepto: "La cultura prostibularia no se puede desarrollar sin apoyo y
protección política".
"Ejercicio de la crueldad"
Esclavas del poder , el libro que la trajo al
país, es fruto de una investigación periodística que le llevó cinco años
y que nace de historias de mujeres y niñas que sobrevivieron a su venta
a las redes mundiales de trata. Cacho tomó casos en primera persona y
los investigó hasta dar con las mafias de tratantes. "En estos cinco
años he visto el ejercicio de la crueldad más infame, con niñitas
prostituidas, vejadas. Pero también vi gente arriesgándolo todo por
salvarlas. Eso me ayudó a no perder la cordura ante tanto horror y a no
perder la fe en el condición humana."
Una de las más inquietantes revelaciones que dejó en su
conferencia en el hotel Sofitel, además de las relacionadas con la
Argentina, fue la de la simbiosis entre las operaciones del narcotráfico
y la trata. "Ha habido cambios en los modos de operación de los
tratantes. Las investigaciones demuestran que Los Zetas y el Cartel de
Sinaloa, por ejemplo, se han metido de lleno en estas operaciones porque
vender un ser humano es mucho más redituable que vender droga. Lo dijo
un ex traficante detenido en California al que pude entrevistar: un kilo
de cocaína lo vendes una vez y a una niña puedes venderla cientos de
veces."
La escritora y periodista puso bajo su lupa un caso
que, recientemente, tuvo amplia repercusión política y mediática en
nuestro país:
la denuncia de Lorena Martins
contra su padre, el ex agente de inteligencia argentino Raúl Martins,
como proxeneta e integrante de una red de trata de mujeres, y la
revelación hecha por la mujer de la eventual relación -a través de
terceras personas- del ex espía con el actual jefe de gobierno porteño,
Mauricio Macri.
"Expertos mexicanos dicen que si Raúl Martins fuera
extraditado a la Argentina la situación de la trata cambiaría en la
región, porque hubo un avance en el caso que podría influir en el
corredor entre Paraguay, Brasil, Bolivia, México. Los prostíbulos
mexicanos atribuidos a Martins siguen funcionando con menos mujeres
argentinas, porque ha cambiado el mercado. El mercado lo determinan los
clientes y ahora los clientes buscan más cubanas, brasileñas y
paraguayas."
El rol de la sociedad
A la hora de explicar el posible motivo de esa merma en
la captación de argentinas por parte de las redes internacionales de
trata, además de aquello tan efímero como "la demanda de los clientes",
le bastó un nombre: "Susana Trimarco", madre de Marita Verón, la joven
madre desaparecida hace una década y cuyo caso es actualmente objeto de
un juicio. Cacho sostiene que a partir de la visibilidad que la lucha de
Trimarco y de otras organizaciones de la sociedad civil ha dado a la
temática "ha subido el costo para ciertas mafias, al menos en delitos
internacionales".
"En América latina la labor de la sociedad civil está
por encima de la acción de los Estados a la hora de enfrentar la
temática de las redes y la esclavitud sexual, por el movimiento de
mujeres y las feministas y las organizaciones civiles. No conozco ningún
otro país donde sea tan efectivo el trabajo de la sociedad civil como
en la Argentina, aunque nunca encontré un país con tanta resistencia de
un Estado a ir contra la trata como el argentino."
Con todo, resaltó algunos avances, como la decisión de
prohibir el llamado Rubro 59 en los diarios. "Es una medida que sirve.
La psicóloga e investigadora estadounidense Melissa Farley demostró cómo
la mayoría de los anuncios de prostitución de los diarios están
directamente relacionados con redes de tratantes."
Una voz autorizada
"Tengo evidencia de la presencia de carteles de droga
[mexicanos] relacionados con la trata que ya están operando en la
Argentina, en Córdoba y en una ruta hacia el norte del país"
"La Argentina tiene una cultura de la prostitución
aparentemente normalizada no sólo por la sociedad sino también por el
sistema político. Esa cultura prostibularia no se puede desarrollar sin
protección y apoyo político"
"Hubo cambios en los modos de operación de los
tratantes. Los Zetas y el cartel de Sinaloa, por ejemplo, se han metido
de lleno en estas operaciones porque vender un ser humano es mucho más
redituable que vender droga"
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Diario La Nación